martes, 15 de enero de 2013

¡Querido Lovecraft...!



¡Querido Lovecraft...!

Han pasado muchos años...,
pero su lectura me sigue inquietando...

Hay un relato,
que he recordado,
que se filtrado,
desde los sótanos de memoria,
aflorando hoy,
a la superficie,
en  este día de invierno...

"El extraño..."

La criatura que causaba terror en todos los demás,
sin comprenderlo...,
sin saber  el motivo...

Hasta que se contempló a sí mismo
en la superficie de un espejo...

Y, entonces,
se desveló la terrible verdad...

Acaso sea una alegoría,
como "El retrato de Dorian  Gray...,
que intentaba ocultar la deformación de su alma...

Burt Lancaster, en su personaje del
Príncipe de Salina,
de la novela "El gatopardo",
llevada al cine magistralmente,
por Luchino Visconti,
junto a actores tan incuestionables
como Alain Delon y Claudia Cardinale,
afirma que "la desnudez del cuerpo,
es más inocente que la del alma..."

Si pudiéramos contemplarnos 
en ese "otro" espejo",
¡quién sabe lo que hallaríamos...!

"El extraño",
se horroriza de sí mismo,
de su apariencia física...

Sin embargo, como él mismo dice,
en el cosmos, hay bálsamo, igual que aflicción...

" y ahora cabalgo en el viento nocturno
con los espíritus errantes..."


((Archivo: cuevadelcoco).

De cine: "El hombre de las sombras"...



El terror no siempre se presenta de la misma forma...
Tiene múltiples caras...
Incontables facetas...

"El hombre de las sombras", 
excelente película,
se basa en el terror sociológico...

Y no cuenta para ello con los iconos
repetidos hasta el cansancio...

Es una nueva forma 
de presentarnos o enfrentarnos al terror...

Los viejos mitos ya no sirven...
Los viejos mitos están caducos...
No nos impresionan ni nos sorprenden...

Por eso,
"El hombre de las sombras", es diferente...

Esta obra de Pascal Laugier.
protagonizada por Jessica Biel,
es la historia de una madre
y su lucha desesperada,
a pesar de su agotamiento y sus heridas.
por tratar de hallar a su hijo...

No es el terror continuado,
de principio a fin...

Podría decirse que es un angustia perpetua...

Acaso, el espectador,
espere de este film el "terror clásico"...

No lo hay...

Es algo más profundo
lo que nos plantea  Pascal Laugier...

Algo, que no debe ser desvelado...

Al espectador corresponde "vivir"
y, acaso sufrir, 
con esta producción...

La recomiendo...



(Archivo: cuevadelcoco).