¡Querido Lovecraft...!
Han pasado muchos años...,
pero su lectura me sigue inquietando...
Hay un relato,
que he recordado,
que se filtrado,
desde los sótanos de memoria,
aflorando hoy,
a la superficie,
en este día de invierno...
"El extraño..."
La criatura que causaba terror en todos los demás,
sin comprenderlo...,
sin saber el motivo...
Hasta que se contempló a sí mismo
en la superficie de un espejo...
Y, entonces,
se desveló la terrible verdad...
Acaso sea una alegoría,
como "El retrato de Dorian Gray...,
que intentaba ocultar la deformación de su alma...
Burt Lancaster, en su personaje del
Príncipe de Salina,
de la novela "El gatopardo",
llevada al cine magistralmente,
por Luchino Visconti,
junto a actores tan incuestionables
como Alain Delon y Claudia Cardinale,
afirma que "la desnudez del cuerpo,
es más inocente que la del alma..."
Si pudiéramos contemplarnos
en ese "otro" espejo",
¡quién sabe lo que hallaríamos...!
"El extraño",
se horroriza de sí mismo,
de su apariencia física...
Sin embargo, como él mismo dice,
en el cosmos, hay bálsamo, igual que aflicción...
" y ahora cabalgo en el viento nocturno
con los espíritus errantes..."
((Archivo: cuevadelcoco).