jueves, 4 de diciembre de 2014

H.P. Lovecraft: "El modelo de Pickman".

 
 
 
Howard Phillips Lovecraft.
 
 
 
Entre los relatos de H.P. Lovecraft;
destaca uno,
titulado
"El modelo de Pickman".
 
Tiene la particularidad
de unir el presente lovecraftiano,
con el insondable abismo
que bien pudiera remontarse
a los primeros tiempos del universo,
una vez restablecido cierto orden
tras el big-bang.
 
Lovecraft, nos habla del tiempo,
no como lo haría Mr. Hawkins,
sino de un tiempo,
que palpita "más allá".
 
Este relato,
cuyo protagonista lo narra en primera persona,
trata de un pintor....
 
Un pintor que se complace en representar,
o en intentar representar
la faceta maligna
de lo cotidiano.
 
Habla de su visita al estudio del pintor,
situado en un laberinto de calles
que nada tenían que ver
con la ciudad moderna...
 
Allí,
contempla, estremecido,
una serie de obras,
donde el mal,
es el eje y protagonista
de las composiciones...
 
Un cuadro...,
le llama la atención especialmente...
 
Un engendro del horror,
que mira al espectador fijamente,
con sus ojos enrojecidos,
y cuyo realismo
es tan crudo y meticuloso,
que produce escalofríos...
 
El protagonista de la historia,
asegura que jamás ha vuelto a viajar en metro,
ni a descender a bodegas y sótanos...
 
Porque...,
el "modelo de Pickman",
existía realmente...
 
Como también existían,
seguramente,
los otros personajes malévolos
que de forma tan genial sabía representar...
 
No desvelaré el misterio...,
pero este relato,
me inquietó profundamente...
 
Y aconsejo a los amantes
de "sensaciones fuertes",
que no dejen de leerlo...
 
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco).
 
 

domingo, 30 de noviembre de 2014

Alien...el implacable...

 
 
 
Enero de 1979.
 
 
En compañía de un amigo, nos fuimos
a ver "Alien, el 8º pasajero".
 
 
Ya, desde las primeras imágenes,
comencé a presagiar algo terrible...
 
 
Mucho más allá de cuanto habíamos contemplado...
 
No voy a contar la película,
una obra maestra,
que une dos elementos:
 
La fantasía científica,
o ciencia-ficción,
y el terror...,
el terror puro y duro...
 
¡Quién es Alien...?
 
O mejor...,
¿qué es Alien...?
 
Sencillamente,
el más perfecto e implacable organismo,
sin conciencia,
sin piedad alguna,
el guerrero que tiene como única misión
salvarse a sí mismo y a su especie...
 
Recuerdo a Sigourney Weaver,
"Ripley",
en una interpretación extraordinaria...
 
De la mano de Ridley Scott,
tanto ella como el resto de los actores,
nos harán vivir su miedo,
su pánico,
su terror incontrolado e incontrolable,
a merced de un enemigo,
que los supera a todos...
 
¿Alien, una biomáquina,
un soldado estelar,
un ente perfecto...?
 
Puede que sí...
 
 
 
"Alien".
 
 
Las últimas imágenes,
son escalofriantes...
 
Ripley se cree ya segura
en el pequeño vehículo
con el que abandona la nave transporte,
que estalla en el espacio...
 
 
 
 
Sigourney Weaver, Ripley,
inteligencia contra inteligencia,
deseos de sobrevivir contra deseos de sobrevivir...
 
 
¿Sabemos qué hay más allá,
en la insondable extensión del universo...?
 
No..., no sabemos nada...
 
H. P. Lovecraft, intuyó algo...
 
Ridley Scott,
nos muestra una faceta
de lo que,
acaso llegue un día...
 
"Alien, el 8º pasajero".
 
Las largas tardes de otoño
son propensas
a leer y releer,
a volver a sumirnos en esos films
que nos conmovieron algun día...
 
También es una forma de leer...
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco).

jueves, 27 de junio de 2013

¿Seres perfectos...?




Seres perfectos...


Alien...

Terminator...

Depredador...

Tiburón...

Anaconda...

¿Son seres perfectos...?

No sienten nada más que la necesidad de sobrevivir...

Alien, 
es la especie capaz de matar sin escrúpulos,
quizás porque no tiene conciencia...

Su imperiosa necesidad,
es la de perpetuar su especie...

Terminator, 
aunque al final se "humanice",
lucha por su propia causa...

Depredador...,
bueno..., 
otro tanto...

Tiburón...
Con sus ojos fríos,
oscuros y profundos...

Anaconda,
que impone su ley en la selva...

Todos ellos,
luchan por sobrevivir...

Por nada más...

¿Son criaturas perfectas...?

La verdad,
es que hemos pasado
momentos de angustia
contemplando 
estas películas...




(Archivo: cueva del coco).

martes, 15 de enero de 2013

¡Querido Lovecraft...!



¡Querido Lovecraft...!

Han pasado muchos años...,
pero su lectura me sigue inquietando...

Hay un relato,
que he recordado,
que se filtrado,
desde los sótanos de memoria,
aflorando hoy,
a la superficie,
en  este día de invierno...

"El extraño..."

La criatura que causaba terror en todos los demás,
sin comprenderlo...,
sin saber  el motivo...

Hasta que se contempló a sí mismo
en la superficie de un espejo...

Y, entonces,
se desveló la terrible verdad...

Acaso sea una alegoría,
como "El retrato de Dorian  Gray...,
que intentaba ocultar la deformación de su alma...

Burt Lancaster, en su personaje del
Príncipe de Salina,
de la novela "El gatopardo",
llevada al cine magistralmente,
por Luchino Visconti,
junto a actores tan incuestionables
como Alain Delon y Claudia Cardinale,
afirma que "la desnudez del cuerpo,
es más inocente que la del alma..."

Si pudiéramos contemplarnos 
en ese "otro" espejo",
¡quién sabe lo que hallaríamos...!

"El extraño",
se horroriza de sí mismo,
de su apariencia física...

Sin embargo, como él mismo dice,
en el cosmos, hay bálsamo, igual que aflicción...

" y ahora cabalgo en el viento nocturno
con los espíritus errantes..."


((Archivo: cuevadelcoco).

De cine: "El hombre de las sombras"...



El terror no siempre se presenta de la misma forma...
Tiene múltiples caras...
Incontables facetas...

"El hombre de las sombras", 
excelente película,
se basa en el terror sociológico...

Y no cuenta para ello con los iconos
repetidos hasta el cansancio...

Es una nueva forma 
de presentarnos o enfrentarnos al terror...

Los viejos mitos ya no sirven...
Los viejos mitos están caducos...
No nos impresionan ni nos sorprenden...

Por eso,
"El hombre de las sombras", es diferente...

Esta obra de Pascal Laugier.
protagonizada por Jessica Biel,
es la historia de una madre
y su lucha desesperada,
a pesar de su agotamiento y sus heridas.
por tratar de hallar a su hijo...

No es el terror continuado,
de principio a fin...

Podría decirse que es un angustia perpetua...

Acaso, el espectador,
espere de este film el "terror clásico"...

No lo hay...

Es algo más profundo
lo que nos plantea  Pascal Laugier...

Algo, que no debe ser desvelado...

Al espectador corresponde "vivir"
y, acaso sufrir, 
con esta producción...

La recomiendo...



(Archivo: cuevadelcoco).

sábado, 15 de septiembre de 2012

...espacio exterior...



"2001 odisea en el espacio", es una película realizada en 1968, que no ha perdido actualidad...
Sus sorprendentes imágenes siguen impactándonos...
Y su ordenador, HAL 9000, todavía nos produce inquietud...
Existe un momento de verdadero terror...
Por lo que se intuye que sucederá...
Los dos astronautas, refugiados en una cápsula, se creen a salvo, y comentan la forma de desactivar
a HAL...
Pero no han contado con el terrible hecho de que puede leer sus labios...
Es, quizá, el instante más dramático, y a la vez terrorífico, de este film inolvidable...
Aún hoy, el hombre, el ser humano, sigue temiendo a la máquina creada por él...
Por el hecho de que un día, pueda tomar conciencia de sí misma...
Recordemos el "Voyager", se Star Trek...
O las apocalípticas imágenes de "Terminator"...
Todavía siento un escalofrío cuando llego a esta escena de "2001..."
En el fondo, "la criatura", sigue viviendo dentro de nosotros...

(Imagen: "2001, odisea en el espacio", de Stanley Kubrick).

jueves, 31 de marzo de 2011

Testimonios (1): La sombra del desván...

"En aquellos años..., ¡siempre es un poco triste referirse al pasado...!

En el antiguo caserón había lugares y rincones, que, para mí, tenían un enorme atractivo.

Algo morboso, eso sí, pero que no era obstáculo para que los visitara.

Y de forma habitual...

Cierta primavera, cuando me estaba preparando para ingresar en el Bachiller, subí al desván, cuando las luces de la tarde aún iluminaban los tejados, y se filtraban por los tragaluces, creando una atmósfera irreal, extraña...

La primera vez que percibí a la "sombra", porque no la ví, sólo fue una intuición, un instante fugaz, las nieves se habían retirado a las montañas, y el buen tiempo se derramaba sobre el valle, día a día, con más intensidad y esplendor.

Apenas si mis ojos pudieron captar un rápido movimiento, de una indefinida forma oscura, que yo, bien seguro estaba de que no era una ilusión óptica, o, simplemente, un juego de luces y oscuridad.

Permanecí allí un buen rato, sentado en un arcón, lleno de libros, que ya había inspeccionado debidamente, y del que iba sacando y volviendo a colocar, los que me parecían más apetecibles, por supuesto, aquellos que trataban de ciertos misterios...

Y esperé, pero no sucedió nada...

Ya estaba oscureciendo, cerré la puerta con llave, una llave que aún cnservo y que debe de estar en alguna de las cajas donde guardo los "tesoros" de mi vida, que, quizá para otros no tengan demasiado valor, pero, para mí, son una fuente de recuerdos, de vivencias, de emociones...

Y esa noche, tuve sueños inquietos.

El mes de abril, muy cerca de una tardía Semana Santa, volví a subir al desván.

Su silencio, su amable quietud, su profusión de objetos y cachivaches..., todo estaba como lo dejé.

Si algo no se hubiese hallado en su sitio, lo sabría..., a pesar del desorden.

¡Cuántas veces, el abuelo, habló de llamar a un chatarrero, que tenía su almacén cerca de nuestra casa, para que se llevara de allí lo que quisiera...!

Luego, me miraba, y al verme triste, porque ese hecho me producía muchísima tristeza, suspiraba, y decía: "-Tal vez el año que viene..."

Con lo que yo, volvía a recuperar mi paz interior... ¡Otro año de tregua...!

En esa nueva visita al desván, sí que ví a la "sombra".

Allí estaba, tras una cajas, donde las vigas de la techumbre llegaban hasta el pavimento de madera del desván.

Indefinida y cambiante presencia oscura, que ya no se recataba en dejarse ver..., aunque, a su manera...

"-...hace días que no subes al desván...", me dijo..

Y su voz, si es que era una voz, se parecía al sonido de las notas más graves de un flauta.

"-Hace y días, sí...", fue lo único que se me ocurrió decirle en ese momento"-¿Subirás otra vez...? La soledad me hace´daño...", preguntó la "sombra".

"-...sí, subiré más a menudo...,siempre que pueda...", respondí, no sin esfuerzo...

"-¿Sabes cantar...?"

"-No, canto muy mal..."

"-Pues todos los niños suelen cantar bien..."

"-Yo no, por eso no estoy en el coro del colegio..."

"-...y...¿sabes contar cuentos...?"

"- Te puedo contar los que he leído, y también algunas historias..."

Y así, comenzó un tiempo distinto..., que me parecía muy real a veces, y, en otras ocasiones, como si perteneciera al reino de los sueños...

Pero, yo, aspirante a Bachiller, no sabía hacer uns distincón tan sutil...